“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.” Martin Luther King

Yo tuve un profesor en el secundario que siempre nos decía que no era lo mismo leer de un libro las cosas que pasaron que verlas tal cual fueron. Por eso nos llevaba todo el tiempo a la sala de audiovisuales y nos mostraba documentales de los temas que teníamos que estudiar. Obviamente, en 4to año del turno mañana aprovechábamos esos momentos en que la luz de la sala se apagaba para dormir un poquito o desconectar nuestra mente de las cosas de la escuela.

De todas formas, siempre me pareció muy cierto eso que nos decía: “No es lo mismo leer un discurso que ver a la persona mientras lo da, cómo se mueve, los silencios que hace, las palabras que usa, los gestos... Todo eso tiene un efecto en quien lo escucha que es inimaginable para quien lo lee muchos años después, en un momento social diferente.”

Los negros llegaron a Estados Unidos traídos de África como mano de obra esclava para sustentar el proceso de colonización.

Entre 1861 y 1865, los estados agrícolas y esclavistas del sur entraron en la llamada Guerra de Secesión con los estados industrializados y abolicionistas del norte que procuraban el desarrollo del capitalismo a partir de la disponibilidad de mano de obra libre que trabajara bajo la forma asalariada.

El triunfo bélico del Norte trajo como consecuencia la abolición de la esclavitud. Sin embargo, 100 años después, la segregación civil, social y racial de los negros continuaba vigente. Iba desde la negativa del derecho a votar hasta la marginación en el acceso a estacionamientos, bibliotecas, autobuses municipales, comedores, escuelas y empleos.

Existían dos vías para reclamar la igualdad de los hombres que trasciende a las razas: la violencia y la lucha pacífica. Las dos tuvieron lugar, llevadas adelante por distintas organizaciones.

Martin Luther King. De nombre nos debe sonar a todos. Claramente fue un representante de la segunda vía.


Puedo escribir sobre él o podemos verlo. Elijo la segunda vía.

“En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes cuando encabezó una gigantesca marcha sobre Washington, en la que participaron unas doscientas cincuenta mil personas”

Parte 1

Parte 2


“Como consecuencia de las protestas pacíficas, estalló una oleada de violencia contra ellas que degeneró en el asesinato de un joven afroamericano.[] El 3 de abril, en el Mason Temple (Church of God in Christ, Inc. - sede mundial), Martin Luther hizo el discurso profético "I've Been to the Mountaintop" (« He estado en la cima de la montaña ») ante un auditorio eufórico:”



De ver estos dos momentos pienso muchas cosas. Me aparecen más preguntas que respuestas.

Pienso cómo son las cosas hoy y me da la sensación de que nos falta mucho por caminar en el tema de dejar a un lado la discriminación.

No puedo dejar de sorprenderme por la cantidad de personas que se comprometían con un ideal: es algo que en mis 21 años de vida nunca vi. Pienso por qué será que eso ya no pasa...

Pero me quedo también con este sueño de este hombre y con el ejemplo que dejó al haber puesto toda su vida en pos de alcanzarlo.

Alguna vez dijo: “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.”

Parece que no perdió nunca la esperanza y, no sé vos, pero yo también quiero vivir así.

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